Mario Monti se sintió «abrumado» cuando conoció la revolucionaria decisión de Papa de renunciar a seguir liderando a la Iglesia católica. El primer ministro de Italia es un gran amigo de Benedicto XVI. Asiduo a las celebraciones del calendario litúrgico, "il professore" se despidió el sábado, en un encuentro privado, del pontífice y acto seguido, con las últimas bendiciones, se metió de lleno en la campaña electoral, ante la cita con las urnas del próximo fin de semana. No en vano es el candidato del Vaticano.