Parece ser que el Titanic ha sido una excepción a la regla. Según un estudio realizado por investigadores suecos, en realidad, en los desastres marítimos, los capitanes y la tripulación tienen más posibilidades de sobrevivir que los pasajeros, y las mujeres y los niños tienen más probabilidades de morir que los hombres, porque en estas dramáticas situaciones suele imperar el “sálvese quien pueda”.