En el año 2009, nuestro equipo, dentro del Proyecto Finisterre de catalogación arqueológica subacuática, localizó el pecio de la corbeta de la Armada Francesa Bayonnaise, en la que hoy se conoce como playa de Langosteira, a seis metros de profundidad. Hoy descansa en el fondo del mar, deteriorándose lentamente por los temporales y los procesos electroquímicos, con el Teredo navalis devorando cada pieza de madera que queda al descubierto, sin ninguna medida de protección, … porque en este país a nadie le importa.