El Tribunal Supremo ha reconocido el derecho de un hombre a mantener sus bienes, y las ganancias que ha obtenido de ellos, a pesar de estar casado. | “El hecho de estar casados bajo el régimen de gananciales no permite dar por supuesto que la voluntad del donante fuera hacer la donación a los dos esposos cuando de hecho solo la hizo a su hijo. Y, por el contrario, es doctrina de esta sala que el ánimo de liberalidad a favor de la nuera o del yerno no se presume”

aclaramos algunas dudas en relación a la sociedad de gananciales en el periodo que media entre el entre el divorcio (o la separación) y la liquidación de la sociedad de gananciales.

En todos los matrimonios hay unas normas básicas por las que hay que contribuir a pagar los gastos de la casa, de la familia, etc., como por ejemplo la luz o la cesta de la compra. Pero a parte de estas necesidades básicas, hay tres grandes regímenes económicos en el matrimonio: Separación de bienes, Sociedad de gananciales o Sistema de participación. Podemos elegir la situación que queramos, para ello es necesario firmar un documento que se conoce como "Capitulaciones matrimoniales" y que se realiza en una notaría.

¿Y qué utilidad tiene esto? Estamos hablando de quien asume el coste en caso de divorcio. Lo determinante para reconocer este crédito a favor de la sociedad de gananciales frente a la esposa no es si las prótesis eran no necesarias, pues es evidente que otros gastos familiares tampoco son necesarios, como pueden ser los relativos al ocio, sino si hubo consenso entre las partes a la hora de realizar dicho gasto.

Un alemán “dividió” los bienes luego de su separación de Laura, su pareja durante doce años. Luego, creó una cuenta de eBay para poner en venta su “parte”. Todas las pertenencias de la pareja aparecen partidas en dos, literalmente, desde un auto Opel Corsa, una MacBook Pro, un iPhone, un sillón, la cama, las sillas, un disco de vinilo de REM y hasta un osito de peluche. El precio, desde 1 a 25 euros, no más. En un video, le dice a Laura: “Gracias por 12 ‘hermosos’ años. Te llevaste la mitad que te merecías”. Y en la información del video(...)

Ana Mato siempre ha insistido en que durante los años en que Jesús Sepúlveda supuestamente recibió decenas de miles de euros en regalos y en metálico de Francisco Correa ella ya no tenía relación matrimonial con el exalcalde de Pozuelo de Alarcón. Pero no es cierto, según la Agencia Tributaria. Entonces no se separó. No, desde luego legalmente. No jurídicamente. Y jamás se ha divorciado del padre de sus hijos. En es años era su esposa legal. Y no solo eso. Estaba casada con el imputado y en régimen de bienes gananciales, según Hacienda.

El Código Civil, que es el código que rige el régimen económico de los matrimonios en España, da total libertad a los contrayentes para pactar sus acuerdos, con la limitación del principio de igualdad entre los dos que marca la Constitución Española. Los acuerdos se firmarán ante notario mediante escritura pública.

Absuelta una mujer acusada de vaciar los depósitos de 240.000 euros a su pareja durante un viaje de reconciliación a Italia. En la estancia en ese país, la mujer realizó cuatro trasferencias bancarias de las cuentas del marido en intervalos de minutos para sacar todo el dinero. Al tercer día de viaje, la mujer desapareció con el hijo de ambos dejando al hombre abandonado en Italia, sin dinero, ni documentación, ni billete de vuelta. Al volver a Alicante, se encontró con que en la cuenta sólo quedaba un saldo de 0,69 euros.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó ayer a España a indemnizar con 21.000 euros a Asunción Ortuño por tardar más de 11 años en ejecutar la liquidación de bienes gananciales de su matrimonio con J.A.Q., tras separación dictada por un juzgado de Orihuela. Ortuño, madre de dos hijos y residente en Alicante, recorrió varias instancias judiciales hasta presentar sin éxito, a partir de 2000, varios recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional, así como una demanda de reparación ante el Ministerio de Justicia.

Es posible anotar un embargo en el Registro de la Propiedad a favor de un cónyuge, en un procedimiento judicial contra el otro cónyuge, en reclamación de una deuda privativa, aunque el inmueble sobre el que pese el embargo se encuentre inscrito a nombre de ambos cónyuges con carácter de bien ganancial.