Pues como este hombre no tiene ni idea de golf, que es lo que le toca inaugurar, para cubrir el expediente se va a internet y busca las primeras frikadas que encuentra, aunque ello suponga soltar una soberana sarta de paridas machistas y de muy escaso gusto. A partir del minuto tres comienza el verdadero "show". Para una noche de ciego pase, pero para todo un politico...