Según este estudio, los ctenóforos serían el linaje animal más antiguo, de entre los animales existentes en la actualidad, por delante incluso de las esponjas, contrariamente a la idea que se venía aceptando de que las esponjas son más antiguas que los ctenóforos. En este estudio, se han encontrado coincidencias genéticas entre los ctenóforos y seres unicelulares no-animales que no existen entre los demás animales y dichos seres unicelulares.

Basandose en el análisis de la secuencia genética completa del ctenóforo Mnemiopsis leidyi: "La primera división del árbol animal fue entre el linaje que dio origen a los ctenóforos y el que lo dio a todos los animales incluidos nosotros” dice Casey Dunn. "Siempre se pensó que el último ancestro común sería una criatura simple falta de células nerviosas o musculares" dice Andreas Baxevanis. Es una revisión de la base del árbol genealógico animal, poniendo los ctenóforos donde antes se creía estaban las esponjas. que carecen de aquellas células.

"Se publica en Nature el genoma del ctenóforo. Parece que su sistema nervioso evolucionó de forma independiente al del resto de los animales." "Según los autores del nuevo trabajo, el sistema nervioso de estos organismos evolucionó de forma independiente al del resto de los animales. Hace más de 500 millones de años, un linaje dio lugar a ctenóforos y el otro a los demás animales vivos hoy en día."

El genoma del ctenóforo Mnemiopsis leidyi, un organismo gelatinoso que ha colonizado el Mediterráneo, revela que su grupo es el más antiguo en la genealogía del reino animal. Hasta ahora muchos científicos se decantaban por las esponjas, tan primitivas que carecen de tejidos organizados. La secuenciación de su ADN ha arrebatado este título para cedérselo a los ctenóforos, animales gelatinosos parecidos a medusas que no pican, pero que en el Mediterráneo se han convertido en una plaga ecológica. Más: goo.gl/kyGU7I

Los orígenes de nuestra estirpe, los primeros animales que nadaron por los océanos precámbricos hace unos 600 millones de años, han dejado de ser un misterio. Tenemos que llamarlos ctenóforos, como hacen los especialistas. Son superficialmente parecidos a medusas, con un cuerpo de consistencia gelatinosa y simetría radial (como la de una rueda). La secuenciación de su genoma revela ahora que son un fósil viviente de nuestros primeros padres, los primeros animales que evolucionaron desde los organismos unicelulares

Lo que veis en la imagen no es una escena de "Encuentros en la tercera fase", sino una Lampocteis cruentiventer grabada por las cámaras del Monterey Aquarium en mar abierto. Aunque parezca difícil de creer, la luminiscencia y el color sangre de la medusa este ctenóforo ayudan al animal a camuflarse y protegerse de los depredadores. Puede vivir hasta a 1.000 metros de profundidad y alcanzan un tamaño de unos 15 centímetros.

Un grupo de científicos dio a conocer las imágenes de unas extrañas criaturas -parecidas a medusas- que pueden sobrevivir en uno de los lugares más inaccesibles de la Tierra, el océano ártico. Los detalles de sus hallazgos acaban de ser publicados en la revista Deep Sea Research Part II. (Fotos en news.bbc.co.uk/earth/hi/earth_news/newsid_8231000/8231553.stm vía Mezvan: meneame.net/notame/mezvan/228643 )

Un nuevo estudio que traza el mapa de la historia evolutiva de los animales, indica que el primer animal de la Tierra, una criatura misteriosa cuyas características sólo pueden inferirse de los fósiles y los estudios de animales vivos, era con toda probabilidad mucho más complejo que lo previamente estimado.

"Una cosa es el antepasado común más reciente de los animales actuales (quizá tan complejo como un ctenóforo) y otra cosa muy distinta es hablar del "primer animal sobre la Tierra". Decir que el primer animal que surgió era ya complejo es injustificado."