"No todas las nubes se electrifican, tienen que cumplir una serie de características. En este caso hablamos de nubes de verano con un fuerte desarrollo vertical, que pueden crecer hasta alturas de más de 10 o 15 kilómetros. En resumen, a partir de la interacción de los hidrometeoros en la nube y de la cantidad de agua que contenga, los mecanismos de electrificación se ponen en marcha. Dichos mecanismos todavía hoy no son enteramente conocidos. Existen diferentes teorías al respecto" dice Joan Montanyà de la Universitat Politècnica de Catalunya