En la historia del automóvil, las recesiones económicas y crisis energéticas han agudizado la imaginación y generado vehículos pequeños, baratos, eficientes,con mecánica y maniobrabilidad prestadas de la motocicleta. Los microcoches, ciclocoches o coches burbuja han desaparecido de las calles durante períodos de bonanza. En 1953, la empresa catalana Autonacional creyó que había llegado el momento de introducir un microcoche, compró la licencia del Bi-scooter francés, un vehículo de los años 40. Su diseño le valió el sobrenombre de "zapatilla"