Si hay una escena sobrecogedora del cine de ciencia ficción, a pesar de la aparente inhumanidad de la víctima, es la de la muerte de HAL 9000, la computadora paranoica de '2001: una odisea del espacio'. El astronauta Dave Bowman extrae lentamente las tabletas que controlan las funciones mentales de HAL, que poco antes le ha intentado asesinar, y la memoria del ordenador se degrada poco a poco al tiempo que implora al humano que no lo desconecte. Una escena agónica que, como pasará 14 años después con el replicante Roy Batty de 'Blade runner'...