España tiene los políticos que su sociedad parece merecer. Impasibidad, laxitud, falta de honradez...los buenos en escape sine die, otros luchando en un mare magnum y, la mayoría, aprovechando el río revuelto. Una magnífica reflexión sobre la incidencia que la ciudadanía tiene sobre nuestra realidad política, administrativa y social entonando un mea culpa en primerísima persona.