Ocupando un espacio de 2,48 km2 de tamaño, ubicada en el condado de Dukes, Massachusetts, se encuentra una de las islas deshabitadas más extrañas del planeta. Por un lado, es un extraordinario paraje para la vida salvaje. Por el otro, está plagada de bombas y munición sin detonar. Este pedazo de tierra se llama No Mans Land, y está situado a casi cinco kilómetros de la isla de Martha’s Vineyard. Durante muchas décadas, su uso fue muy diferente al que tiene ahora. En la actualidad, el acceso está prohibido al público.