Sobre esta tierra existen reclamaciones de todos los países que se incluyen dentro de la región ártica y que han sido señalados anteriormente. Todos, sin excepción, pretenden su trozo de pastel. En 2008, llegaron a reunirse en la ciudad groenlandesa de Ilulissat, invitados por Dinamarca, cinco de estas potencias –todas salvo Islandia, Finlandia, Suecia o EEUU y, por supuesto, sin dar representación a los pueblos indígenas- en la llamada Conferencia del Océano Ártico.