El 25 de julio de 2000, un controlador aéreo, alertaba al piloto Christian Marty de una columna de fuego que se desprendía del avión, segundos después de despegar del aeropuerto Charles de Gaulle, en París.“4590, tiene fuego, detrás de usted hay fuego”, fueron las trágicas palabras que resumían el horror de aquel día. Segundos después la prestigiosa aeronave se estrellaba en hotel de la cadena Relais Bleu, cercano al aeropuerto. El accidente dejó 113 muertos y puso fin a los vuelos comerciales supersónicos.