La lucha de las personas migrantes y refugiadas, que exige al Gobierno la regularización extraordinaria y sin condiciones, está más vigente que nunca. Hoy, pese al confinamiento para contener al COVID19, seguimos movilizadas para que se reconozcan nuestros derechos y nuestra dignidad, e interpelamos a todas las autoridades competentes para que asuman este desafío de manera integral, inclusiva y humana.