Porque si se trata de sacar pecho patriótico, donde de verdad hay que ponerse español-español y defender este país no es en Barcelona, sino en Berlín, en Bruselas o en Washington. No en los colegios catalanes, sino ante el BCE, la Comisión y el FMI. No es con Artur Mas con quien hay que echar el pulso para salvar España, sino con Merkel, Draghi y compañía. Ahí es donde me gustaría ver al gobierno sacando pecho, remangándose, sosteniendo la mirada y hablando con voz rotunda. Porque si el futuro de España está en peligro no es por lo que decidan