En septiembre, Yahoo reconocía haber sufrido una fuga masiva de información a causa de un ciberataque sucedido a finales de 2014. En la reconocida intrusión, un atacante, según la compañía respaldado por algún estado, tuvo acceso a las credenciales de 500 millones de usuarios y pudo robar datos personales como fechas de nacimiento, direcciones de correo electrónico, números de teléfono y contraseñas. La empresa negó, sin embargo, que hubieran accedido a datos bancarios.