James Bond se encara con el espejo, coge su brocha y empieza a espumar un delicioso jabón inglés en un pequeño bol. Acto seguido coge una navaja barbera, como la de nuestros abuelos, y se dispone a darse un afeitado clásico, de los de antes, tal y como se ha hecho durante siglos. La escena de la película Skyfall, disparó la venta de navajas de afeitar, especialmente en el Reino Unido, y ha sido algo así como el definitivo salto a la popularidad de una últimas tendencias para hombre: volver al afeitado clásico y huir del estress durante 20 min.