España se situó en el 1er semestre de 2022 a la cabeza de Europa con el recibo de la luz más costoso, con un precio otro 10% más caro que a finales de 2021, cuando ya estaba en récord histórico. En términos comparables con el resto del continente (paridad de poder adquisitivo), la luz en Francia, en el mismo periodo, costó 0,191 euros por KWh. Es decir, a este lado de los Pirineos el recibo eléctrico es un 68% más caro. En Portugal, el consumidor pagó 0,24 euros por KWh, lo que hace que aquí la electricidad sea un 33% más cara.