Las cadenas de cafeterías toman su negocio muy en serio y muy especialmente, toman su producto principal, el café, muy en serio. No necesariamente la calidad del café, en mi modesta opinión, pero, especialmente, la constancia de la calidad. Es decir, que sus cafés mantengan una continuidad de oferta en todas sus tiendas. Por eso estas empresas toman muy en serio el control de calidad. Eso explica por qué una de las importantes cadenas de cafeterías, Costa Coffee, ha asegurado el paladar de su catador principal, por casi €11 millones.