El segundo medicamento más vendido en farmacias (solo por detrás del paracetamol) vive su edad de oro: consumimos un 310% más que en el año 2000. Tragárselo como si fueran caramelos, en tratamientos prolongados e injustificados, solo sirve para correr riesgos.

Tomar diariamente y durante dos o más años antiácidos se vincula con un déficit vitamínico. Si no se tratan los niveles bajos de esta vitamina, puede generar daño neurológico. Los síntomas iniciales de este problema son vagos como la debilidad o el cansancio.

En el listado de medicamentos que en España sólo se pueden comprar con receta comparten cartel desde el ibuprofeno o el típico protector gástrico a fuertes opiáceos o fármacos para la disfunción eréctil. Pero, aunque todas estas medicinas se rigen por la misma normativa, para adquirir muchas de ellas no suele hacer falta receta, porque la farmacia no suele pedirla. Las asociaciones de consumidores alertan contra esta fácil compra y sostienen que puede ser perjudicial para el usuario. Los farmacéuticos piden que se actualice la lista.