Los jueces que se enfrentan a las mafias, como los fiscales y policías, están solos ante el peligro. Cualquier persona honrada sabe que España, a partir del 9-F, está más indefensa ante la gran delincuencia, las organizaciones criminales, las redes de evasión y blanqueo, y los poderes ocultos. Ellos son los que brindan.