En la 'deep web', un internet fuera de foco al que no se puede acceder desde los navegadores clásicos, existe un mercado que vende todo tipo de cuentas robadas. "Estas páginas funcionan como tiendas online en las que los cibercriminales pueden registrarse, comprar datos comprometidos y pagar con Bitcoins. Una vez adquiridos, se revelan los detalles al usuario, permitiéndole así que los utilice para cometer un fraude", explica un informe publicado recientemente por LogDog, una firma israelí de monitorización.