El grupo ultra que atacó las oficinas de “Charlie H.” no era desconocido para la Inteligencia francesa, ya que varios de ellos, habían salido del país para formar parte de las “milicias de la libertad” que intentaron, sin éxito, derrocar al presidente sirio Bachar Al Assad. Otros, hermanos, primos o vecinos de estos que ahora fueron fusilados por la policía francesa, habían combatido del lado de la OTAN, en Libia y en Iraq. Ayudados económicamente por el dinero que depositaban jeques, emireso monarcas, pero también por empresarios europeos.