Trailer completamente generado mediante inteligencia artificial con la aplicación open-source Stable Diffusion para el proyecto "The Seeress" de la alemana Pantaleon Films. Tres personas trabajaron en ello a jornada completa durante una semana.

Si Miguel Herrán le hubiera pedido a una Inteligencia Artificial que le diseñara un horizonte laboral de ensueño, el resultante se parecía, posiblemente, al que está disfrutando en la actualidad. Desde que ganó el Goya a mejor actor revelación de España por A cambio nada, dejando como recuerdo uno de los discursos de agradecimientos más conmovedores del cine nacional, la carrera del malagueño es la demostración, por un lado, de su olfato para la popularidad y, por otro, de que estamos ante un actor al que debemos tomarnos en serio.

OpenAI (la compañía creadora de ChatGPT y, como tal, principal impulsora actual de la IA), acaba de dejar caer un balde de agua fría sobre esta tendencia, coincidiendo con el definitivo lanzamiento de su GPT Store, la tienda de bots personalizados basados en la tecnología de GPT-4.

Ingenieros de las universidades estadounidenses de Columbia y Búfalo han creado un nuevo análisis de la huella dactilar mediante inteligencia artifical (IA) que echa por tierra la creencia arraigada en medicina forense de que nunca hay dos huellas dactilares iguales, ni siquiera en dedos distintos de la misma persona.

Allá por 1999 salió a la luz el Cluetrain Manifiesto. En el furor de lo que se entendía entonces como la democratización del uso de herramientas digitales asociadas a una Internet que prometía cambiar las reglas de juego, aquel manifiesto venía cargado de mensajes estimulantes. Contenía 95 afirmaciones a cual más sugerente. Solo sus dos primeras afirmaciones abrían un buen melón: 1. Los mercados son conversaciones. 2. Los mercados consisten en seres humanos, no en sectores demográficos. Pero las cosas se fueron torciendo poco a poco.

Pronto Open AI puede ser valorada en 100.000 millones de dólares, lo que la convertirá en segunda startup mejor valorada después de SpaceX. Pero ¿se corresponde eso con la utilidad práctica de las herramientas de inteligencia artificial? O lo que es lo mismo, en qué se traducen realmente sus logros en los campos de la ciencia, la tecnología, o la educación. Repaso de algunos ejemplos recientes y su consecuencia, más allá de promesas exageradas o mentiras para aumentar la valoración.

Para concluir un 2023 lleno de acontecimientos en el aprendizaje automático y la investigación de la IA, me complace compartir 10 artículos destacados que he leído este año. Mi enfoque personal se ha centrado más en los modelos de lenguaje grandes, por lo que este año encontrarán un mayor énfasis en los artículos de modelos de lenguaje grande (LLM) que en los artículos de visión por computadora.

En este vídeo presentación de la keynote de Rabbit podemos ver un dispositivo con inteligencia artificial capaz de hacer tareas que los dispositivos móviles no son capaces. Vídeo de 25 minutos.

Mediante un chat anónimo con ChatGPT, éste describe las reglas internas según las cuales debe generar y modificar imágenes usando la herramienta DALL·E, así como las pautas y restricciones que debe seguir.

Twitch intentó abordar esta situación con la unificación de sus dos políticas de contenido sexual. Así que algunas escenas que antes estaban prohibidas pasaron a estar permitidas, aunque con una etiqueta de contenido explícito. En concreto, una de ellas apuntaba a las representaciones artísticas de desnudez, es decir, contenido ficticio centrado en partes del cuerpo íntimas (dibujadas, animadas o esculpidas) Dos días después del mencionado cambio, Twitch ha dado un paso atrás en todo lo que tiene que ver con “desnudez artística”.

Se lleva mucho querer regular la IA, sobre todo en Europa. Leo esta idea en LinkedIn: «igual que en su día se crearon instituciones públicas para organizar la sociedad industrial (patronales, sindicatos, ministerios, etc.), hoy es necesario crear instituciones para organizar el mundo digital en que vivimos, preservando la información, la privacidad, la transparencia y la participación». Buf. A continuación, analizo si «es necesario» porque parece que la corriente hace que se espera que digamos que sí, pero no está tan claro.