Desde hacía cuatro años –en 2017 entró en pérdidas debido a que permaneció cerrado buena parte del año por remodelación–, el restaurante, ubicado de momento en Copenhague, no perdía dinero, a pesar de que recibió el apoyo económico del gobierno danés, que concedió ayudas a la restauración durante a las restricciones derivadas de la pandemia.