El partido de Santiago Abascal sufre una sangría de afiliados con las elecciones autonómicas del 19-J en el horizonte, pero es donde más votos obtiene. La situación es más grave de lo que parece. Lo es hasta el punto de que Vox se está viendo en la coyuntura de tener que enviar a militantes de Castilla y León, y de otras regiones de España, para cubrir los puestos de apoderados en los colegios electorales de Almería, su provincia predilecta.
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