A primera vista, Yeyo luce inofensivo: es casi un niño, delgado, de baja estatura, que viste pantalones cortos y camiseta. Pero es un criminal avezado que robó su primer móvil a los 10 años y hoy, a los 15, se dedica a tiempo completo al asalto de casas, autos y clientes desprevenidos de bancos. Por la suma correcta, también es sicario
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