Guastavino es interesante porque no es imprescindible, ni mucho menos, en la historia de la arquitectura norteamericana, pero su presencia sí es extraordinaria”. Después de la calle, la escultura, los libros, el documental y la librería, aupado como uno de los iconos nuevos de València, la siguiente misión deberá pasar por cómo integrarlo en el imaginario arquitectónico valenciano. El furor por la persona, muy por encima de su obra, tiene que ver con el enganche a lo nuevo.
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