Lo curioso que me resulta que enseñar piel (piel de los hombros y las piernas, no piel de otras zonas) sea considerado una falta de respeto pero que, en cambio, personas con el móvil jugando con aplicaciones sentadas en los bancos, haciéndose selfies formando el símbolo de la victoria o incluso personas tocando las tallas de madera centenarias, no sean recriminadas.
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