En un acto de suprema petulancia, tal vez digno de José Mourinho, Cameron decidió abandonar el terreno de juego y no volver, después de haber tirado su chándal y la camiseta de su equipo tras él. Como Richard Dawkins dijo con tanta elocuencia en su video Brexit comisionado por Newsnight de la BBC, las enmiendas constitucionales son, o deberían ser, difíciles de lograr: en Estados Unidos, se necesita una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso…
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