“La letra pequeña es pequeña para que no se lea”, decía un anuncio de de una empresa que a veces debería aplicarse el cuento. Efectivamente, en la inmensa mayoría de los anuncios se utiliza no con el fin de ofrecer más detalles ampliando la información, sino para matizar e incluso contradecir lo ofertado en grandes caracteres tipográficos o mediante una locución. Es cuando letra pequeña y publicidad engañosa se convierten en sinónimos.
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