“El clan de los segovianos”, como se les conocía en la Junta y en los mentideros de Segovia y Valladolid, han ocupado en este tiempo puestos de libre designación, de esos que se extinguen cuando la jefa lo decide, que se lo pregunten a la que fuera su responsable de prensa, fulminada por una filtración de gastos de compras de las caras realizados por Clemente en el Corte Inglés. Tras la renuncia de Clemente a su puesto al frente de las Cortes para iniciar su fracasado desembarco como candidata de Ciudadanos, el “clan” causo baja también.
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