El cuerno de la ballena del Ártico es en realidad un diente que puede crecer más de nueve metros de largo, algo que ha desconcertado a la gente durante siglos. Y añaden es un órgano sensorial. Los científicos especulan que el colmillo, que normalmente se encuentran sólo los machos, puede recoger las diferencias en el entorno de la ballena, como el contenido de sal del agua de mar, para ayudar a los mamíferos marinos para navegar a sus hogares o tal vez encontrar comida. Traducción aprox
bit.ly/1gHjgMl