El churrero que el año pasado pagó 82.000 euros para gestionar las dos churrerías que se sitúan tradicionalmente a la entrada de Rodríguez Mourelo en las fiestas del San Froilán de Lugo no repetirá este 2023. El año pasado, cuando el Concello de Lugo sacó a concurso los puestos y atracciones de la fiesta, el empresario rompió todas las previsiones al ofrecer 51.000 euros por uno de los espacios y 31.000 por otro. Una cantidad que multiplicaba por seis el precio de salida que había establecido el Ayuntamiento para cada ubicación, 6.485 euros.
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