En mayo de este año, Las mujeres de Argel, de Picasso, pulverizó en Nueva York el récord mundial de la pintura más cara vendida en una subasta, tras alcanzar un precio de 160 millones en una histórica velada en la casa Christie's. Desde entonces, la obra del malagueño viene al alza. La ocasión parecía inmejorable para vender en Suiza un lienzo valorado en 26, 2 millones de euros. Y Jaime Botín no quiso desaprovecharla. El problema, claro: la Ley, la misma que hoy puede arrebarle su 'Cabeza de una mujer joven'.
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