El Mary Celeste era un barco de 31 metros, un asetros de eslora y unas 282 toneladas de peso. Se encontró navegando en dirección a Gibraltar a todo lo que daba la vela por el Atlántico. Lo más sorprendente es que, dentro del barco, todos los botes salvavidas estaban en su lugar y la comida estaba recién servida en las mesas. Sin embargo, no había rastro de la tripulación. Este barco ya tenía ciertos antecedentes y contaba con rumores de estar maldito. En el año 1869 fue vendido a