Los organismos se ajustan, en su mayoría, a ritmos cronométricos de 24 horas. La genética nos ha revelado parentescos entre los relojes moleculares de la mosca del vinagre, del ratón y del hombre.
La luz que incide en el ojo frena la síntesis de melatonina en la glándula pineal. Según parece, esa hormona interviene en la inducción del sueño. La señal para reducir la secreción de melatonina se transmite desde la retina, vía nervio óptico, al núcleo supraquiasmático (NSQ). La conexión del NSQ con la glándula pineal es indirecta.
Young, Michael W. dirige el Centro de Ajuste y Coordinación…