MARTA:Manelic… que la comida ya está en la mesa.
MANELIC: ¡Ah, sí, la comida! ¡La comida! (Manelic se acerca a la mesa y empieza a cortar el pan. Mientras tanto Marta se dirige al hogar.)
MANELIC: ¡Y no cuesta mucho degollar a un hombre…! ¡Y a ella menos, mucho menos! (Tropieza con la mirada de Marta que se acerca. Aparte.)
¡Si no fuese! ¡Ah! (Arroja el cuchillo sobre la mesa.)
MARTA: Sírvete, Manelic.(Manelic se sirve y después Marta. Pausa. Comen.)
MANELIC:(Aparte.) ¡Ah, quién estuviera hambriento como allá arriba! ¡Porque los hambrientos no sufren! ¡Si no me puede pasar nada por aquí dentro!
MARTA (En voz baja.)¡Ah, Dios mío, ayúdame!
MANELIC (Aparte.) ¡Je! ¡Que la ayude! (Manelic se dispone a hablar pero se calla. )
MARTA ¿Qué? ¡Habla! ¿Qué ibas a decir? (Se le acerca.)
MANELIC (Apartándola con el brazo.) ¡Nada, nada! ¡Aparta!
MARTA ¡Habla una vez en la vida...! Te lo pido, por…
MANELIC (Sarcástico.) ¿Por quién me lo pides?
MARTA Por… por…
MANELIC ¿Por… él? ¿Por quién? (Esperando la respuesta de Marta.)¡Qué asco me da esta mujer! ¡Ea! ¡Hártate tú sola…! (Se levanta. )¡Yo me vuelvo para mis montañas…! (Se dirige hacia la puerta.)
MARTA ¡No! ¡Manelic, no! ¡Y escúchame! ¡Y perdóname…!
MANELIC (Exaltado. ) ¿Que te perdone? ¡Ira de Dios! ¿Qué te había hecho yo? ¡Habla! ¿Por qué me tuviste que engañar? ¿Por qué?
MARTA ¡Porque yo no era nadie! ¡Que era una mujer sin voluntad y obedecía! ¡Y no te había mirado jamás! ¡Ni te quería! ¡Ni sabía lo que era tener cariño por otro!
MANELIC Entonces, ¿por qué te casaste conmigo y no te casaste con aquel hombre? ¡Dilo! (Cada vez más furioso.) ¡Que no sé por qué, y me consumo y estoy loco por saberlo! (Avanza rápido hacia Marta.)
¿Por qué? ¿Por qué? ¡Contesta!
MARTA ¡Ah, eso sí que no! ¡Eso no! ¡Que me odiarías todavía más de lo que me odias!
MANELIC ¿Odiarte? ¡Lo que yo debería hacer es matarte que es lo único que mereces!
MARTA ¡Oh, sí, matarme, sí! ¡Eso es lo que quiero!
MANELIC ¡No, no! ¿Prefiero irme, irme de aquí para siempre…!
MARTA (Furiosa para retenerle.) ¡Pero si no te atreves a hablarme! ¡No, no; no te atreves! (Le persigue desesperada.) ¡Y es que me tienes miedo, miedo, me tienes miedo a mí!
¡Cobarde! ¡Miedo! ¡Miedo!
MANELIC Se detiene. ¿Qué? ¿Qué yo tengo miedo? (Cuando Manelic se detiene, Marta rompe a llorar para que se quede. )
MARTA ¡Háblame! ¡Insúltame! ¡Pégame! ¡Pero no te vayas!(Se abraza a las rodillas de Manelic sollozando.)
MANELIC ¡Déjame ir porque todo esto no es más que un charco de miserias! ¡Ah! ¡Revuélcate en él! (Manelic se desprende de Marta y se dirige hacia la puerta. Marta cae apoyando un brazo en el suelo. )
MARTA (Para retenerle, furiosa, mientras ríe y llora.) ¡Sí, sí, como el que yo quiero! (Arrodillada se dirige hacia la puerta.) ¡Sí, te he engañado! ¡Y tú no me castigas! (Manelic se detiene y Marta dice aparte: )¡No se va! Suplicando.)¡Manelic! (Manelic que estaba dudando parece que va a cruzar la puerta. )
¡Y soy para el otro! ¡Y no soy para ti! ¡No lo soy!
MANELIC (Retrocede y la amenaza con el puño.) ¡Calla! ¡Calla! ¡Calla!(Marta se ha levantado.)
MARTA (Satisfecha porque logra que Manelic no se vaya. )¡Y te he engañado yo! ¡Y estoy contenta de haberte engañado!
¡Y mira, me río de ti, como todo el mundo, mira! (Ríe como una loca.) ¡Sí, sí, me río! ¡Y todavía espero al otro! (Manelic corre hacia la mesa y agarra el cuchillo.)
MANELIC ¡En nombre de Dios que aquí mismo…!
MARTA (Corre a sujetarle el brazo izquierdo.)¡Sí, sí, te engaño! ¡Sigo engañándote! ¡Y ahora vendrá el otro! (Estalla en una carcajada feroz. )
MANELIC (Levanta el cuchillo.)¡Te mataré!
MARTA (Ríe y llora.) ¡Mátame! ¡Mátame! Por qué no me matas?
MANELIC ¡Iba a hacerlo! ¡Pero no puedo!
MARTA (Afirmándose al ver que Manelic se aparta.)
¡Ah, cobarde! ¡Bien se ve que te has vendido por dinero! (Se agarra a Manelic para que la hiera. )
MANELIC ¡Pues torna, maldita! (La hiere en un brazo.)
MARTA ¡Ah! (Satisfecha.)¡Por fin!
MANELIC (Arrojando el cuchillo con espanto.)¡Dios mío! ¡Qué he hecho!
MARTA ¡Es sangre! ¡Sangre mía! ¡Y has sido tú…! (Agarrándose a la mesa.)¡Oh, qué alegría! ¡Pero si estoy riendo!
¡Mira como río! ¡Y ahora río de alegría!
MANELIC ¡Maldito de mí! ¡Maldito de mí que soy como las fieras salvajes! (Cae sentado en una silla, apretujándose la cabeza entre las manos.)