El parecer es uno: enfermedad sagrada. No hay que hablar y actuar como hijos de nuestros padres.
Esta gris inocencia que inerme nos rodea. […] ¿Cuántos años hace que no veo un río en crecida?, ¿Cuántos años hace que vivo en esta cobardía que nos asegura nuestra disciplina sin adversidades?, ¿desde cuándo llamamos bondad al miedo?
Lo digno para los efesios mayores de edad sería ahorcarse todos y dejarles el gobierno a los menores; ellos que desterraron a Hermodoro, el más valioso de entre ellos, aseverando: "que nadie entre nosotros sea el más valioso, y si lo fuere, en otra parte y con otros". ¡Ojalá que no os falte la riqueza, efesios, para que quede probado lo perversos que sois!
Pues los mejores prefieren una cosa a todo: fama perpetua a lo mortal, mientras que la mayoría se hartan como bestias. Los cerdos se complacen más en el fango que en el agua pura. Los asnos preferirían el forraje al oro.
Incapaces de escuchar y de hablar. Escuchando sin entender, a sordos se asemejan. Les cuadra el testimonio del dicho: "presentes, están ausentes". No entienden los más las cosas con las que se topan, ni pese a haberlas aprendido las conocen, pero a ellos se lo parece.
El hombre necio gusta de pasmarse ante cualquier razonamiento... ¿Qué sensatez o qué inteligencia es la de esos? Dan crédito a los recitadores de los pueblos y toman al vulgo por maestro, sin saber que los más son malos y pocos los buenos. Meras creencias lo que el más acreditado conoce y custodia; justicia se encargará de los artífices y testimonieros de mentiras.
Homero merecía que lo expulsaran de los certámenes y que lo azotaran, y Arquíloco, otro tanto . Se ven engañados los hombres respecto al conocimiento de cosas manifiestas, de modo muy semejante a Homero, que llegó a ser tenido por más sabio que los griegos todos. Pues esos menores que estaban matando piojos lo confundieron al decirle: "Cuántos vimos y cogimos los dejamos, pero los que ni vimos ni cogimos los llevamos".
Heráclito de Éfeso, S. VI / V a.C., (textos seleccionados).