Una generación que caminó a la escuela y luego regresó.
Una generación que hizo los deberes sola para salir lo antes posible a jugar a la calle.
Una generación que pasaba todo su tiempo libre en la calle con sus Amigos.
Una generación que jugaba a las escondidas cuando oscurecía.
Una generación que hacía tortas de barro.
Una generación que coleccionó tarjetas deportivas.
Una generación que encontró, recogió y lavó y devolvió botellas de coca-cola vacías al supermercado local por 5 centavos cada una, luego compró un Mountain Dew y una barra de chocolate con el dinero.
Una generación que fabricaba juguetes de papel con sus propias manos.
Una generación que compró discos de vinilo para tocar en tocadiscos.
Una generación que recopiló fotos y álbumes de recortes.
Una generación que jugaba juegos de mesa y cartas en los días de lluvia.
Una generación cuya televisión se apagó a la medianoche después de tocar el Himno Nacional.
Una generación que tuvo padres que estuvieron ahí.
Una generación que se reía bajo las sábanas de la cama para que los padres no supieran que aún estábamos despiertos.
Me encantaba crecer cuando lo hice.