Una chica bonita es mejor que una fea.
Una pierna mejor que un brazo.
Un dormitorio mejor que una sala de estar.
Una llegada mejor que una partida.
Un nacimiento mejor que una muerte.
Una persecución mejor que una charla.
Un perro mejor que un paisaje.
Un gatito mejor que un perro.
Un bebé mejor que un gatito.
Un beso mejor que un bebé.
Y una caída mejor que ninguna otra cosa.
Preston Sturges. (1898-1959)