El origen de los polinesios

El resto del día lo pasamos de nuevo en casa de nuestros amigos; la comida fue a base de langosta y cangrejo de cocotero; durante la tertulia le pregunté a Papá Toahu si sabía la historia de la balsa KON-TIKI:

“¡Claro! –Nos relataba-, hace más de cincuenta años de aquello. Yo, en aquella época era un joven fuerte, uno de los diez remeros de la canoa de mi padre, el jefe de Raroia, cuando aquí vivían casi quinientas personas. La balsa KON-TIKI naufragó al otro lado del atolón y nada más saberlo casi todos los hombres cruzamos la laguna y fuimos a su rescate. Encontramos a Thor Heyendahl y su tripulación en el arrecife poniendo a salvo sus cosas personales y a la vez muy contentos por haber llegado hasta la Polinesia: les ayudamos en todo, incluso trasportamos los restos de la balsa hasta aquí. El señor Heyerdahl vivió en nuestra casa durante bastante tiempo, luego partió hacia Tahití, pero volvió a visitarnos en varias ocasiones, incluso una vez vino en un paquebote para llevarse los restos de la balsa hasta su país”

Y era cierto, la KON-TIKI se encuentra expuesta en el museo de Oslo. Papá Toahu nos enseñó varias deterioradas fotos de la época en las que se distinguía al famoso investigador y continuó relatando:

“Sí, el señor Heyerdahl era un buen hombre, pero un poco loco en sus teorías, como ese compatriota vuestro que hace unos años hizo el mismo viaje pero en una balsa hecha a base de cañas, lo vi en televisión... (Refiriéndose a Quitín Muñoz y su balsa URU), fíjate, y todo para demostrar que procedemos de los indios de Suramérica. ¡Qué locura! Ja, ja,ja...”

-Sí, -dije riéndole la gracia-, sobre todo ahora que parece demostrada la migración desde Asia...

-¿Desde Asia? –interrumpió-. ¡Pero qué dices! ¿Es que me ves cara de chino?

-¿Entonces...? –murmuré.

-Pero, ¿aún no te has dado cuenta? Ya conoces las Marquesas, espera a visitar Tahití y las demás islas de la Sociedad, mira a tu alrededor... ¿Qué ves?

-Algo bello, un paraíso, pero no entiendo...

-¡Exacto! –me interrumpió-. Tú lo has dicho, un paraíso; ¡Esto es el Edén! No procedemos de ningún sitio, Dios puso aquí a nuestros Primeros Padres ¡Y fue a partir de este lugar donde comenzó a extenderse la humanidad!

Todos los presentes, incluido su hijo Gastón afirmaron sonrientes moviendo sus cabezas.

Luego citó:

“Y Dios creó el Edén y en él puso al hombre que había formado. Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos para comer, así como el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal... Génesis, capítulo dos versículos ocho y diez.”

Siguió explicando su teoría mezclando la Biblia con antiguas leyendas polinesias, estaba convencido de que todos estos conjuntos de islas son los restos de un gran continente idílico. Tras el Pecado Original de nuestros Primeros Padres, Dios hizo que las aguas lo cubrieran, quedando tan sólo las cumbres de las más altas montañas. Al parecer Adán y Eva tuvieron que abandonar el Paraíso a golpe de remo.

Fragmento de "Un paseo por el mundo", de Cocua Ripoll.

Descarga gratis desde la web del autor:

www.cocuaexpediciones.es/un-paseo-por-el-mundo/