Ne supra crepidam sutor judicaret

Dicen que el pintor Apeles fue reprendido por un zapatero, por mantener una manija en el zapato por dentro de menos. Al día siguiente el mismo zapatero, muy orgulloso del éxito de su comentario de ayer, y de que se corrigiese el error, comenzó a criticar la pierna. Apeles, indignado, se presentó, exclamando que no tenía nada más que criticar un zapatero más arriba del calzado, que también quedó como proverbio, en latín : Ne supra crepidam sutor judicaret «El zapatero no debe juzgar más arriba de las sandalias» (Zapatero, a tus zapatos).

Plinio el Viejo, hablando del pintor Apeles.

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