Hay mujeres que sólo quieren a los hijos y otras que sólo quieren a los maridos. Las mujeres siempre van detrás de los mismos y siempre evitan a los mismos. Por tanto unos son amados tres veces, primero como hijos, luego como maridos y, por fin, como padres, mientras que los otros, los que no fueron amados por sus madres, tampoco serán amados ni por sus mujeres ni por sus hijas.
Paisaje pintado con té. Milorad Pavic.