Es el exceso de trabajo lo que repugna a la naturaleza humana, no el trabajo. El exceso de trabajo provee los lujos superfluos de la minoría explotadora, pero no así el trabajo que origina el bienestar de todos. El trabajo, la labor, es una necesidad psicológica; la necesidad de gastar la energía física y psíquica acumuladas; una necesidad que es en sí la vida y la salud. Si tantas clases de trabajo útil son hechas ahora de mala gana, es únicamente porque imponen un exceso de trabajo o no están bien organizadas. Nosotros sabemos -el viejo Franklin lo sabía también-, que si todos nosotros nos dedicáramos a un trabajo productivo y no derrochásemos nuestras fuerzas productivas, como hacemos ahora, con cuatro horas de trabajo útil por día sería más que suficientes para que todo el mundo pudiera gozar del bienestar de una casa, de una familia verdaderamente acomodada de la clase media,. En cuanto a la cándida cuestión que desde unos cincuenta años se viene sosteniendo de ¿quién hará el trabajo desagradable?, yo lamento francamente que ninguno de nuestros sabios se haya visto obligado a hacerlo, aunque fuera tan solo por un día. Si hay todavía trabajo que es desagradable en sí, es únicamente porque nuestros científicos no han querido pensar en los medios para hacerlo menos desagradable; han sabido siempre que había una multitud de hambrientos que harían aquellos trabajos por unos cuantos céntimos al día.
Piotr Kropotkin