Si supiéramos la verdad moriríamos sin redención pisible.
De cuánta verdad son capaces los hombres, se preguntaba Nietzsche recluído en su cueva ascética y milenaria.
Si alcanzáramos a conocer la verdad las puertas del infierno se abrirían de par en par .
El paraíso siempre estuvo perdido, únicamente podemos aspirar a la verdad y no cabe mirar hacia atrás como la mujer de Lot. Sólo una salida, nada más por delante que una escapatoria, veritas,veritatis.
t José Miguel Gándara C.