Si miramos las cifras de España , hay que reconocer que somos buena gente. Nos es mucho más fácil matarnos a nosotros mismos que matar a otros. Por ejemplo, en el último año, hemos tenido en España casi cuatro mil suicidios, y en cambio sólo hubo unos trescientos homicidios. ¿No somos estupendos?