“Con frecuencia nos dicen que los pobres agradecen las caridades y beneficios que se les hacen. Pero, si algunos de ellos indudablemente lo hacen, los mejores de entre los pobres no son nunca agradecidos. Antes al contrario, son desagradecidos, descontentadizos, indóciles y hasta rebeldes. Y hay que reconocer que, después de todo, están en su perfecto derecho. Comprenden que la caridad es una forma absurdamente inadecuada de restitución parcial o un donativo sentimental, casi siempre acompañado de una tentativa impertinente de tiranizar su vida privada…. En lo que se refiere a su descontento, un hombre que no estuviese a disgusto en tal ambiente y con una vida semejante sería un perfecto estúpido. La desobediencia, a los ojos de todo el que haya leído algo de historia, es la virtud original del hombre.”
Oscar Wilde, El alma del hombre bajo el socialismo