La compasión se ha convertido en la cara humana del desprecio. En otros tiempos la democracia significaba la oposición a cualquier forma de duplicidad normativa. Actualmente aceptamos las normas dobles —que aseguran, como siempre, la existencia de una ciudadanía de segunda clase— en nombre del afecto humanitario.
La rebelión de las élites. Christopher Lasch