"A finales de la primavera de 1966, inmediatamente antes de que los Estados Unidos comenzaran a bombardear las ciudades norvietnamitas de Hanoi y Hai Phong, los estadounidenses estaban divididos a partes iguales sobre la necesidad de bombardear esos objetivos. Una vez iniciado el bombardeo, el 85 por ciento se mostraba a favor del mismo y sólo se oponía el 15 por ciento. Ese cambio súbito fue el resultado, no la causa, de la decisión de bombardear que tomó el gobierno. Los mismos procesos de adhesión y socialización se activaron de nuevo cuando la política basculó en dirección contraria. En 1968, el belicismo estaba declinando, pero el 51 por ciento de los estadounidenses no era partidario de interrumpir los bombardeos, en parte porque los Estados Unidos seguían bombardeando Vietnam del Norte. Pasado un mes, después de que el presidente Johnson anunciara que se interrumpirían , el 71 por ciento se mostraba a favor de esa medida. En consecuencia, el 23 por ciento de nuestros ciudadanos cambió de opinión en el plazo de un mes, reflejando el cambio operado en la política gubernamental. Esta oscilación mental ocasionada por cambios de política afecta a actitudes relacionadas que van desde el programa espacial a las medidas medioambientales, y demuestra que la llamada "mayoría silenciosa" es también una mayoría que no piensa".
James Loewen. ("Patrañas que me contó mi profe. En qué se equivocan los libros de historia de los Estados Unidos". Cap. 13, p. 599)